- Un homenaje al legado del maestro  del maestro Bravo, uno de los  pocos artistas plásticos que logró transcender en Durango y en México.

El Museo de Historia y Arte contemporáneo  fue la sede  para la entrega al   Premio Estatal de Pintura  “Guillermo Bravo Moran”, en su emisión 2019 realiza  por el  Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) con el apoyo de la Secretaría de Cultura a nivel nacional y bajo la coordinación del  equipo de Artes Plásticas y museografía del propio instituto.

En esta muestra  fueron  seleccionadas 30 piezas finalistas y ganadores del primero, segundo y tercer lugar, en sus categorías A y B, en las que se estimula con recursos económicos a los participantes triunfadores. Este  premio se lleva a cabo en memoria de las grandes aportaciones realizadas por el maestro Bravo Moran en el ámbito de la creación plástica, por eso se creó el premio que lleva su nombre.

En la categoría “A” el ganador  al primer ligar fue para  Juan Francisco Martínez Gamero, el segundo para  Michel Galaviz Valles, mientras que el tercer fue para José Miguel Vargas Vargas mientras que en la  categoría “B”  el primer lugar lo obtiene María Patricia Aguirre Valles, el segundo fue para José Salazar y el tercer lugar es para  Omar Ortiz.

En el acto estuvieron presentes Socorro Soto Alanís, Directora del ICED,  Rogelio Domínguez Breceda, Coordinador de Artes Plásticas y museografía, Cesar Ulises  Bernal, Director del Museo “Palacio de los Gurza” así como Anabel Gutiérrez Parra, Directora de Promoción y Difusión del ICED.     

Esta muestra es  sin duda un homenaje al legado del maestro  del maestro Bravo, uno de los  pocos artistas plásticos que logró transcender en Durango y en México como pintor de caballete, muralista, catedrático de muchas generaciones de jóvenes artistas y como un gran promotor de la plástica y las artes visuales.

En palabras escritas por Jaime Hernández Montes en el libro del maestro Bravo, el muralismo en Durango, editado por el ICED, se expresa:… ·Guillermo Bravo, auténtico artista original magnánimo como era, compartió su conocimiento y sabiduría, su técnica y su experiencia de las artes, ganándose el  título de Maestro por su obra mural y de caballete, en el aula y en la vida. Es un artista necesario, honesto y mesurado en un mundo cada vez más complejo.